¿Cómo se gestó EZPZ? Gracias al desastre ¡sí, en serio! Y uno que prácticamente todos los padres han experimentado… Ese que queda después de la comida de los niños. Para la estadounidense Lindsey Laurain -madre de tres y fundadora de EZPZ- ese cotidiano episodio gatilló una idea genial: crear un plato que contuviera los alimentos a pesar de que los niños los voltearan o derramaran. La marca hoy es líder en el desarrollo de productos que promueven una experiencia positiva, independiente y entretenida a la hora de comer.
“Tengo cinco niños y con todos ellos he usado el sistema Baby-Led Weaning ( que consiste en poner alimentos ricos nutricionalmente a su alcance para que ellos elijan) pero siempre terminábamos con el clásico plato en la cabeza, en el suelo y ¡con comida hasta en el techo! Eso hasta que llegó EZPZ. Son platos y vasos con un diseño precioso y una sujeción a la mesa que hace, literalmente, imposible que se despeguen. Fue santa solución, nunca más comida por todos lados”, cuenta la periodista Daniela Aguilera (@daniaguilera).
EZPZ: Fomentando una ‘buena’ relación con la comida
Además del diseño, estos productos promueven un vínculo saludable con el hábito de comer que es clave en su desarrollo. Porque nada más frustrante que esa imagen de un niño sentado horas frente al plato, sin querer comer. A la larga esa relación tortuosa con la comida puede costarle posibles desordenes alimentarios o dificultades en la incorporación de ciertos alimentos. Lo mejor: hacer de la comida un momento entrenido que fomente la independencia y la experimientación con los sabores.
Josefina Morandé (@jmorande), maquilladora y madre de 4 niños, lo confirma con su experiencia: “Además de que visualmente me encantan porque son preciosos, nos ha ayudado a enseñarle a mis hijos a comer verduras y de lo importante que es incluirlas en su dieta. En ese sentido las separaciones son super útiles”.
La funcionabilidad de los productos de EZPZ también es clave porque que son lavables, reusables y vienen en diferentes formas para inspirar tanto a niños como a sus padres. “Me encantó el desarrollo que vi en su autonomía y para los papás es muy práctico que se adhieran a la mesa, no se caen y son muy fáciles de lavar”, comparte Dominga Rebori (@domingarebori), mamá de una niña y con otro en camino. Ignacia Costaguta (@ignaciacostaguta), modelo y madre de dos niños, también se ha beneficiado de la autonomía que EZPZ da al comer: “ahora que empezaron a comer más sólido aprovechan más sus platitos. Son fáciles de lavar y muy útiles además, el material es súper rico”.
Nuestros favoritos:
Chucharas Tiny Spoon: Estas cucharas (que vienen en un pack de dos) fueron diseñadas con el tamaño perfecto para fomentar la comodidad de los niños para que así nunca dejen de usarlas. La práctica con la cuchara es super importante para su desarrollo tanto en lo práctico y en lo cognitivo.
Tiny Cup: La transición de la mamadera, debería ser directamente a un vaso abierto, sin tapa. Este tipo de vaso ayudaría a los niños entre otras cosas con la dentición y a tragar mejor.
Plato Mini Mat: Este es el producto clásico de la marca, y no solo es genial porque fomenta una alimentación entretenida y con un ‘desorden controlado’ si no también porque promueve que los niños prueben distintos alimentos sin que ‘se toquen’ algo importante es ciertas etapas del desarrollo de los niños.