Nada como una noche de sueño reparador, tanto para niños como para sus papás. Sobre todo, porque las consecuencias de un mal dormir van más allá de las complicaciones del día siguiente… si ocurre de manera sostenida se puede traducir en efectos negativos a nivel físico, cognitivo y emocional en distintos niveles.
Por eso mantener rutinas de sueño -que sean amables, consistentes y efectivas- con los niños favorece a toda la familia. Y aunque la pandemia haya afectado los horarios de la casa, cumplir con estos hábitos ahora puede ser más importante que nunca para contrarrestar los más altos niveles de estrés.
Las rutinas antes de irse a dormir no solo serán una manera efectiva para lograr una buena noche de sueño. Según un estudio publicado por la revista especializada Sleep, en 2015 y donde se estudiaron a más de 10 mil familias, los niños que siguen patrones antes de irse a la cama se ven favorecidos no solo al conciliar un sueño reparador más fácilmente, también logran un descanso de mayor calidad durante toda su vida.
¿Cómo establecer rutinas de sueño efectivas?
Anunciar que llega el momento de irse a dormir es el primer paso y quizás, el más crítico. Hacer ese cambio del estar jugando o haciendo algo entretenido, a irse a acostar no es fácil para los niños, sobre todo, en los mayores de 4 años. Lograrlo de una manera armónica es clave para que, lo que viene después, también sea efectivo.
Las especialistas en sueño infantil de Mamás Mateas (@mamasmateas) recomiendan comenzar con el proceso de irse a dormir despidiéndose de la actividad o de los juguetes. “Involucralos en el proceso, en vez de decirle ‘es hora de dormir, deja de jugar’ se puede fomentar que tu hijo que guarde sus juguetes favoritos para que ellos también se vayan a dormir y despedirse hasta mañana”, cuentan y agregan: “Generalmente una rutina se asocia a algo aburrido, pero es fundamental para trasmitir seguridad y estabilidad a la hora de dormir”.
Pero ¿cuáles son las claves que tenemos intentar incluir en una ruina nocturna? Lo primero es el compromiso con el proceso porque perseverancia es el único secreto del éxito. Después de decidir qué es lo que funciona como familia: repetirlo y no desanimarse si tenemos un mal día. Siempre volver a intentarlo de la misma manera hasta establecer el hábito.
Algunos consejos generales que pueden servir para favorecer un mejor sueño:
Ambiente.
Esto es fundamental para lograr conciliar el sueño. El ambiente de la pieza debería tener la temperatura ideal, ni muy frío ni muy caluroso, idealmente oscuro y silencioso (el ruido blanco puede ser un buen aliado para aislar el sonido exterior). El orden en la pieza también es clave para entrar en el ambiente calmado y tranquilo.
Horarios.
La clave de los hábitos, es la rutina: hacer las cosas de la misma manera y a la misma hora para establecer un patrón. Por eso el tema del horario es super importante porque, además de que ordena los ritmos de la casa, regula su reloj biológico. Y mantenernos firmes aunque parezca que no tiene sueño o así lo exprese.
Bajar la intensidad antes de dormir.
Aunque parezca subjetivo, es un elemento muy importante. Como parte de la rutina, la familia tiene que encontrar esas maneras que les acomodan para conseguir el objetivo: puede ser leer un cuento, bañarse, escuchar una música tranquila o revisar el día en conjunto cerrando el ciclo. En ese momento, lo ideal es que todo sea suave, cómodo y libre de aparatos electrónicos.
Productos que te ayudarán para armar una rutina del sueño:
Aceite de Caléndula, Weleda: Este aceite es perfecto para incluir en tu rutina de sueño, un masaje post baño. Está hecho en base de caléndula y manzanilla y además de un olor exquisito protege la piel.
Chal Arcoiris, Meri Meri: Hecha de algodón orgánico esta manta es perfecta para una siesta o para una cama pequeña. Es suave y reversible.
Cuna de colecho, Cozee: Perfecta para fomentar hábitos de sueño saludable desde los primeros días de vida. Un mejor dormir para niños y padres, respetando el apego.
Manta dreamblanket Twinkle, Anais Anais. Sus 4 capas de muselina ( 100% algodón) la hace la perfecta manta acolchada para un sueño suave y reparador.
Pantuflas. Nada mejor que unas pantuflas para comenzar a bajar las revoluciones en casa y relajarse. Perfectas para que los niños se sientan cómodos y listos para descansar.
Tutos. Perfecto para abrazar y dar una sensación de tranquilidad a los niños más pequeños para un sueño más tranquilo. Fácil de agarrar, de una textura extra suave y sedoso.
Saquito, Anden & Anais. Una buena alternativa para lograr la temperatura perfecta en los bebés, para que duerman tranquilos sin temor a quedar destapados. Además, son super suaves y con un broche super fácil de abrir para los lo cambios nocturnos de pañal.
Libros. Leer un cuento es una de las rutinas más recomendadas por los especialistas porque ayuda a los niños a bajar las revoluciones mientras se fomenta la imaginación. En nuestra sección de Libros tenemos muchos títulos para elegir, pero recomendamos A la cama Camila, de Kimiko porque justamente habla de una niña que no quiere irse a dormir; y Todos a Dormir, de Yael Frankel que cuenta cómo diferentes animales se van a acostar.
Lámpara Miffy, Mr.Maria. Una luz que los reconforte y les aporte seguridad es una buena idea para los niños que le temen a la oscuridad. Esta lámpara inalámbrica tiene 30 o 50 cms de altura, según el modelo. Sus 6 intensidades la hacen un perfecto espantacuco para acompañar y vigilar los sueños, aportando calidez y tranquilidad a la hora de dormir.